Tirando del hilo del tiempo, nos retrotraemos a la vieja historia del rey Arnoldo Leoplodo Sin Toldo XIV, del que ya he hablado alguna vez, y su enemigo, el gran guerrero de la comarca vecina, Arturo Come Pan Duro XXI.
Tiempo antes del desafortunado desenlace que provocó el hundimiento del reino de Hundidos y Perdidos*, cuentan los ecos del pasado que aquellos dos hombres se habrían visto enfrentados por medio de un antiguo deporte: la justa.
Se trataba de un torneo medieval en que ambos caballeros montando sus corceles y armados con puntiagudas lanzas, se embestían unos a otros hasta que surgiera un ganador.
Las intenciones de Arturo Come Pan Duro XXI, eran las de hacerse de un gran premio, deseado, anhelado, querido, soñado, adorado, dorado, floreado ehh... no, simplemente pretendía quedarse con la esposa de su rival, doña Macarena La Nena Sin Gloria Ni Pena.
En tanto para Arnoldo Leopoldo Sin Toldo XIV, aquella contienda no le traía más beneficio que el de hallarse frente a frente a aquél valiente, fornido, aguerrido, musculoso y sexy guerrero. Pues sí amigos, a él le importaba un reverendo pito su querida esposa, su corazón no sentía más pasión que por el gobernador de la comarca vecina, es decir, Arturo Come Pan Duro XXI.
Y allá estaba, temblando como espiga al viento, montado en su caballo, sosteniendo la puntiaguda lanza y pensando para sus adentros cómo hacer para no lastimar a su contrincante. Ya había sido incapaz de negarle el enfrentamiento que había sido pactado ante jueces, y sinceramente, estaba allí por el solo hecho de concederle el gusto.
Pero bueno, el destino tiene sus cosas, y para aquellos que duden de ello, ocurrió que la comitiva meteorológica del reino enviara un comunicado urgente. Con el tañido de las trompetas llegaron los enviados blandiendo la bandera de alerta roja y desplegando un extenso pergamino se anunció:
- El servicio meteorológico real advierte la presencia de fuertes vientos huracanados, tormenta eléctrica, caída de granizo y lluvia ácida, por lo que se recomienda dejar la contienda hasta nuevo aviso.
Arnoldo Leopoldo Sin Toldo XIV, suspiró aliviado.
Arturo Come Pan Duro XXI, se sintió decepcionado, pero dispuesto a esperar el momento justo para otra justa.
Macarena La Nena Sin Gloria Ni Pena no se enteró de nada, pues su preocupación estaba centrada en las prendas que llevaban las damas presentes.
La cuestión es que la justa fue suspendida y cada uno volvió a sus asuntos, en tanto el cielo se ponía de un celeste impecable y el sol brillaba en todo su esplendor. Queda suponer que el servicio meteorológico real, lanzaba pronósticos desacertados, como en la actualidad, o que alguna transa se había encargado de efectuar el rey de Hundidos y Perdidos.
* Para quienes quieran enterarse de la historia de Hundidos y Perdidos, el enlace AQUÍ
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